El objetivo del yoga es ayudar a personas de todas las edades a mejorar la fuerza y la flexibilidad, rejuvenecer el cuerpo y lograr una mayor integración del alma y el cuerpo, así como una mejor salud física. El yoga también puede utilizarse como terapia complementaria para trastornos como la artrosis, el dolor lumbar, la depresión, los dolores de cabeza crónicos, la hipertensión y el asma.
El yoga ofrece beneficios para la salud física y mental de personas de todas las edades. Y, si está pasando por una enfermedad, recuperándose de una operación o viviendo con una afección crónica, el yoga puede convertirse en una parte integral de su tratamiento y acelerar potencialmente la curación.
Los movimientos lentos y la respiración profunda aumentan el flujo sanguíneo y calientan los músculos, mientras que mantener una postura puede fortalecerlos.
El yoga es tan bueno como los estiramientos básicos para aliviar el dolor y mejorar la movilidad de las personas con lumbalgia. El Colegio Americano de Médicos recomienda el yoga como tratamiento de primera línea para la lumbalgia crónica.
La práctica regular de yoga puede reducir los niveles de estrés y la inflamación de todo el cuerpo, contribuyendo a un corazón más sano. Varios de los factores que contribuyen a las cardiopatías, como la hipertensión y el sobrepeso, también pueden combatirse con el yoga.
Se ha demostrado que el yoga suave alivia algunas de las molestias de las articulaciones sensibles e hinchadas de las personas con artritis.
Se puede sentir un aumento de la energía mental y física, un aumento del estado de alerta y el entusiasmo, y menos sentimientos negativos después de entrar en la rutina de practicar yoga.
Las pruebas científicas demuestran que el yoga favorece la gestión del estrés, la salud mental, la atención plena, la alimentación sana, la pérdida de peso y el sueño de calidad.
Numerosos estudios demuestran los beneficios del yoga en artritis, osteopenia, problemas de equilibrio, oncología, salud de la mujer, dolor crónico y otras especialidades.